lunes, 25 de junio de 2012

Mirando pasar los hechos

DOBLE PERPLEJIDAD
   
Comenta el diario “La Nación” (del 13 de junio de 2012) que el cardenal Arzobispo de Buenos Aires ha desautorizado la exposición  de objetos y reliquias de Juan Pablo II, que se inaugurará el próximo 29. El pronunciamiento califica como un escándalo que se haya fijado un arancel de entrada; relacionándose de tal modo la veneración de las reliquias con un acto comercial. Según se sabe la muestra está organizada por dos importantes museos: el del Vaticano y el Arquidiocesano de Cracovia.
    
Sin duda los ingredientes mezclados en la noticia provocarán sorpresa. Desde la inusual severidad desplegada en la ocasión, hasta el precio que lo provoca (de 25 a 50 pesos, según los casos), pasando por el significativo carácter de las entidades museológicas patrocinantes.
        
Frente a ello,  en  las salas del  Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se desarrolla hasta el 2 de julio una  exposición sacrílega, sin que se conozcan condignas reacciones. Pese a la reincidencia en los rebuscados insultosa lo más sacrosantode un canalla enloquecido o poseso, con el patrocinio de la conocida institución que le da albergue.
  
REFLEXIÓN ADICIONAL
  
Aparte de este último escándalo, viene a la memoria aquel otrohorrible y no lejano que protagonizara un prelado del interior. Lo cual, pese a su enormidad vergonzosa, suscitó una reacción desconcertante: por lo amortiguada y limitada. Mucho peor, un párroco celoso de su ministerio hizo una referencia elíptica al caso, recordando tradicionales medidas canónicas… Lo que costó su inmediata remoción del cargo por orden de la Superioridad.
  
Casimiro Conasco
Junio de 2012
     

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llama la atención la reacción, por lo correcta y no coincidente con un general "hagan lo que quieran". Los del museo del Vaticano tendrían que ir todos presos y los del de Cracovia a comer salchichas.Realmente los fieles somos basura para esta gente.Y el mensaje de Jesús, anecdótico.Demos gracias a Nuestro Señor por darnos cuenta de forma tan evidente que toda esta chusma son solamente payasos demoníacos.
CD