Mirando pasar los hechos

TRANSBORDO AUSPICIOSO

    

   

MIGRACIÓN DERROTISTA

      

Ya es inútil abundar en pormenores o por mayores. El kirchnerismo está cada vez más aferrado, no por las encuestas a medida sino a medida de las defecciones derrotistas. Resulta entonces aconsejado reflexionar alrededor de estas últimas circunstancias. Sobre todo frente a la súbita reubicación de afamados personajes —críticos hasta ayer— junto a las volteretas de otros más prestigiosos democráticamente.

              

Sirve a ello algo recientemente conocido, de oídas pero confiable. Contaba el informante que el anterior Domingo, durante el zapping de estilo quedó atrapado en un programa de impoluta raigambre liberal, donde se anunció el tratamiento del reciente libro sobre “La Cámpora” de una periodista muy mesurada. Tan equidistante, que alguna vez mencionó el “Terrorismo de Estado”… Añadía más curiosidad la perspectiva de un destripamiento de la temible banda —ya incómoda por la publicación— con los consiguientes riesgos para sus ejecutores.  Mayor intriga todavía, conociéndose la proverbial habilidad del animador principal para eludir entreveros, con oportunas digresiones etimológicas y remolineo de sus manos.

         

IDEALISTAS PRÁCTICOS

         

Pero, brevemente,  todo resultó un fiasco. Algo así como el deambular delicado por la biopsia de un tumor, sin aludir a su malignidad. En el peor  de los casos marcando la distancia entre el “secretismo” de los muchachos y los ritos democráticos. En cambio pudo conocerse la prosapia de algunos integrantes —hijos de “desaparecidos”— sugerente de militancias explicables. Muchos de ellos con sólidos conocimientos universitarios, “consumidores de poder” y súbita prosperidad. Algunos muy formados, como el joven economista que falleciera en Montevideo a causa de “un juego sexual extremo”. En fin, todo culminando en el dato estimulante, sobre un gran número de altos cargos públicos cubiertos por La Cámpora.

ABORDAJE

  

Optimismo en concordancia con lo expresado en el prólogo de la obra. Al consignar que La Cámpora “forma parte de una saga que, en su desarrollo, contiene todos los elementos de una gran historia: poder, influencia, tragedia, caja, orfandad, reparación, ideales verdaderos, agachadas, monjes negros, intriga, militancia, excesos, contradicciones, sueños, banalidades, mentiras, logros, hazañas, sectarismos, buenas intenciones y también, oscuridad”. Vale decir un nutrido abanico capaz de cautivar las más variadas ansias migratorias. Adivinándose un rancio kirchnerismo para rato. ¡Al abordaje! entonces. Y a comprar el libro…

   

Casimiro Conasco

Marzo de 2012