viernes, 30 de abril de 2010

Escrito para hoy


PROCLAMA

Compatriotas:

Ninguno de vosotros desconoce el cúmulo de males que agobia a nuestra amada patria, y su verdadero origen. Ninguno ignora que una fracción numerosa de hombres corrompidos, haciendo alarde de su impiedad, de su avaricia, y de su infidelidad, y poniéndose en guerra abierta con la religión, la honestidad y la buena fe, ha introducido por todas partes el desorden y la inmoralidad; ha desvirtuado las leyes, y hécholas insuficientes para nuestro bienestar; ha generalizado los crímenes y garantido su impunidad; ha devorado la hacienda pública y destruido las fortunas particulares; ha hecho desaparecer la confianza necesaria en las relaciones sociales, y obstruido los medios honestos de adquisición; en una palabra, ha disuelto la sociedad y presentado en triunfo la alevosía y perfidia. La experiencia de todos los siglos nos enseña que el remedio de estos males no puede sujetarse a formas, y que su aplicación debe ser pronta y expedita y tan acomodada a las circunstancias del momento.

Habitantes todos de la ciudad y campaña: la Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible situación para probar nuestra virtud y constancia; resolvámonos pues a combatir con denuedo a esos malvados que han puesto en confusión nuestra tierra; persigamos de muerte al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida, y sobre todo, al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros, y que su persecución sea tan tenaz y vigorosa que sirva de terror y espanto a los demás que puedan venir en adelante. No os arredre ninguna clase de peligros, ni el temor a errar en los medios que adoptemos para perseguirlos. La causa que vamos a defender es la de la Religión, la de la justicia y del orden público; es la causa recomendada por el Todopoderoso. Él dirigirá nuestros pasos y con su especial protección nuestro triunfo será seguro.

Juan Manuel de Rosas
Buenos Aires, 13 de abril de 1835

jueves, 29 de abril de 2010

Noticias de la Vanguardia


El Nacionalismo avanza en La Plata. Es una realidad incontrastable. La izquierda cacarea porque ve amenazado su predominio en la UNLP. La organización demostrada por los integrantes de la escuadra platense (reconocida por marxistas del más variado pelaje) los pone nerviosos. Temen que muchos de los que hasta hoy callan (y estudian) se sumen a los entusiastas militantes lanzados a disputarles la calle. Y entonces, convocan a TODO el estudiantado a acompañarlos, el viernes pasado, a las 12, para repudiar masivamente nuestras pintadas, y blanquearlas, con la pintura que el Rector de la UNLP les envió para ese propósito. Invitan al “acto de repudio” las siguientes organizaciones: “Tupac Amaru”, “Centro Zaragoza”, “La Pampillón” y “Picasso”, integrantes del “Movimiento Universitario de Izquierda”. Así llamaron a sus huestes y demás alumnos estos “zurdos de juguete”:



Imitando al ejército republicano español, al comunismo de estricta obediencia soviética, al trotskismo sobreviviente a las purgas comunistas, al anarquismo estéril y disolvente, a las Brigadas Internacionales de Voluntarios, a la “cheka” asesina, provistos todos de armas rusas, dinero inglés, francés y yanqui, que esperaban temerosos el avance triunfal de las tropas nacionales españolas al mando del generalísimo Francisco Franco, gritan: ¡No pasarán!



Pues bien, éste fue el “masivo acto de repudio” a nuestro “mensaje atemporal” (¿sabrán lo que quieren decir?); aquí tenemos el vibrante testimonio del fracaso:


Fuente: http://tupacamaruenelmui.blogspot.com/

Catorce “estudiantes” se juntaron para “frenar” nuestro avance. Cuatro –dos de ellos mujeres- se dedicaron a tapar exclusivamente nuestra pintada, confirmando que no les importan las paredes limpias sino que sólo sus consignas de odio y destrucción luzcan en los muros de La Plata. La decena restante meditaba –mate por medio- cómo “hacer la revolución”. Mientras tanto, miles y miles de alumnos les daban la espalda, llenando el comedor cercano y las aulas.

Frente al ¡No pasarán! marxista, les contestamos, unidos a cientos de miles de falangistas españoles, al reconquistar Madrid para la España eterna: ¡Pasamos! y ¡Seguiremos pasando!, ¡Hasta que vuelva algún criollo en esta tierra a mandar!

Al MUI (no tan tan, en este caso) y a todas las expresiones de la izquierda, acostumbradas a sentirse dueñas del espacio político platense, les hacemos saber que agradecemos vivamente las expresiones públicas a nuestro respecto, en cuanto han permitido que nuestra prédica llegue más lejos aún, brindando a muchos argentinos patriotas la esperanza de poderse sumar a la militancia nacionalista. Por el momento, hemos cerrado la inscripción de nuevos militantes, hasta tanto los cientos que nos han hecho llegar su adhesión y su voluntad de formar filas junto a nosotros, puedan ser debidamente incorporados y asignados a las áreas correspondientes.

Y para que el próximo “repudio” reúna una cantidad mayor de adherentes, les proponemos sortear algún pasaje a la Cuba castrista o a la Venezuela de Chávez (en ambos casos, con rigurosas coimas mediante), a ver si juntan una cantidad respetable de “revolucionarios”.

Mientras tanto,


miércoles, 28 de abril de 2010

Duce! Duce! Duce!


1945 - 28 de ABRIL - 2010

POR SIEMPRE DUX

“Mussolini propuso la fórmula
que salvó la paz europea
tal como lo intentara,
en agosto de 1939.
No pudo ser, la guerra buscada
por las Fuerzas Ocultas estalló.

“En los días finales
de aquella tragedia,
cuando su grandeza
se hizo más manifiesta,
seguramente, para honrarlo,
sobre el Valle del Po
llovió sangre de héroes.

“Y ellas fueron:
la del asesinado Catilina,
junto a la de César
derramada en los Idus de Marzo
y la vertida en el linchamiento
de Cola di Rienzi.
Todas confluyeron en el torrente
al que fueron las de miles de mártires,
con la del inmolado DUX,
cuya figura latina
de incansable batallador
sigue siendo ejemplo
que vive porque es eternidad”.


(Luis Alfredo Andregnette Capurro)

De pluma ajena


Hemos recibido un extenso y sólido trabajo del Dr. Carlos M. Shäferstein titulado: “La ligereza en la interpretación del término genocidio”. Transcribimos, para su lectura crítica, un fragmento del mismo dada la particular importancia que tiene para los argentinos.


EL GENOCIDIO
EN ARGENTINA

Es un hábito muy “progre” hablar en Sudamérica del “genocidio de los pueblos originarios”. El genocidio que, según estos novedosos “investigadores” y filósofos de la izquierda, habría comenzado en 1492 (¡!), con el descubrimiento de América y la evangelización de los pueblos originarios y sus territorios.

En el CONICET [1] escriben los becarios que la colonización hoy continúa y se profundiza, afectando actualmente a la totalidad de la vida de nuestro continente. “El apetito voraz y criminal de los colonizadores de turno pone en peligro terminal la existencia y el entorno de los primitivos, que, según denuncian, son millones de seres indígenas que sufren hambre, desempleo, contaminación y pérdida de autonomía alimenticia.” [2]

Si bien esto no es verdad ya que los Catequistas que llegaron con los adelantados no eran racistas y no impedían el mestizaje por matrimonio en estas tierras. Siendo así las razas indígenas desaparecieron de forma incruenta, por asimilación natural. Pero las alianzas políticas de los Kirchner con Evo Morales, Rafael Correa y Hugo Chávez, reavivaron un conflicto inexistente en Argentina, como detonante para poner otra tronera contra los militares y las jerarquías eclesiásticas, a quienes se acusa de exterminar a los mapuches durante la campaña del desierto, en 1879.[3]

Como se sabe, los mapuches provienen de Chile y mataron a los tehuelches, que eran indígenas argentinos, buenos y serviciales. Los mapuches no tienen derechos sobre los territorios que ocuparon.[4] Los tres ejes conforman la cadena argumentativa utilizada en la Campaña al Desierto, que fue retomada con insistencia en los últimos meses por los grandes estancieros nucleados en la Sociedad Rural y los medios de comunicación que le son afines para exigir represión frente a los reclamos de los pueblos originarios.

Así las cosas, los indígenas son el símbolo del retroceso cultural alcanzado y la necesidad de negar toda vinculación a occidente Cristiano. Los nombres de los héroes de antaño son reemplazados por los de caciques y hechiceros tribales, y hasta la figura del General Julio Argentino Roca fue denostada, estando por ser derribados sus monumentos en todo el país, por ser símbolo de “represión genocida”.[5]

Lo trágico de toda esta historia es que las tierras no volvieron jamás a los aborígenes o sus presuntos descendientes, sino que cambiaron de titularidad hacia capitales vinculados con el poder, tras el cual, obviamente se parapeta el poder judío mundial.

En los Estados Unidos había un movimiento radicalizado similar que sólo pudo ser detenido cediéndole la gran parte de la industria de los casinos y juegos de azar a estos grupos tribales remanentes, que también traspasaron el negocio a las antiguas corporaciones mafiosas de las cuales ya habían sido erradicados los judíos que residen en Norteamérica, otra “tribu perseguida” a quienes “las víctimas del genocidio de Wounded Knee” endosaron aquel filón.[6]

Volviendo a estos parajes, recientemente la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA repudió la aparición de artículos periodísticos que desacreditan la preexistencia del pueblo originario mapuche, desconociendo legislaciones vigentes y la producción científica de las últimas décadas, denuncia un comunicado del Consejo Directivo de esa casa de estudios. “La avanzada contra el pueblo mapuche aparece en un contexto de creciente reivindicación de sus derechos (con el correlativo aumento de la conflictividad), el pedido de judicialización de los movimientos sociales y el reciente asesinato de un miembro del pueblo diaguita en Tucumán. La particularidad del caso es la utilización de un argumento erróneo, ampliamente difundido como cierto en la opinión pública, pero refutado por la historia y la antropología, que pretende demonizar al pueblo mapuche y arrebatarle derechos estipulados en la Carta Magna y tratados supranacionales”… “La razón fundamental de esta persecución mediática se debe a que el pueblo mapuche quiere sacar a la luz la manera fraudulenta e ilegal en que se han apropiado de la tierra indígena, mal llamada ‘tierra pública’, donde privados especuladores han contado con complicidad de organismo públicos. Es urgente un pacto con el Estado para generar la restitución territorial.” Walter Del Rio, investigador del CONICET, afirma que “Hacia la década de 1870 (inicio de la Campaña del Desierto) convertir la globalidad de la población originaria de la Pampa y Patagonia en ‘invasores extranjeros’ otorgaba una supuesta legalidad a las campañas militares que las sometieron, expulsaron y se apropiaron de sus tierras y fuerza de trabajo”. El historiador solicita que, al analizar el presente, se tenga en cuenta el accionar de las campañas militares de los Estados argentino y chileno. “Atacaron coordinadamente y se repartieron los territorios. Concebían a la sociedad indígena como una unidad que debía ser destruida en su conjunto.” [7]

En idéntico sentido, Alejandro Andreassi escribió “Dictadura militar en Argentina (1976-1983): naturaleza y antecedentes del Estado genocida”, libelo en el que tergiversa desde la campaña del desierto hasta la guerra contra la subversión terrorista.[8]

Así, a instancias de Adolfo Pérez Esquivel y “Abuelas de Plaza de Mayo”, el abogado alemán Wolfgang Kaleck durante el I Congreso sobre DDHH y el principio de Justicia Universal, celebrado en Madrid el 1º de marzo de 2001 presentó una demanda por genocidio contra militares argentinos en general, fundamentándose en el “Estatuto de Nüremberg”, expresando que a partir del juicio a los militares de 1985 y posteriormente los procesamientos por ocultación sustracción y retención de menores en 1999 ha quedado acreditado para los jueces argentinos la existencia, durante la última dictadura, de actos que constituyen el delito internacional de genocidio.[9] Por tal motivo se avocó el Juez Baltasar Garzón, de España, pidiendo la extradición de los militares argentinos.[10]

Lo cierto es que todo esto desnaturaliza, altera, confunde y enreda el texto de la Convención de Naciones Unidas de 1951 para la prevención del genocidio, que dice textualmente:

“Art. 1) Cualquiera que, por odio respecto a una colectividad racial, religiosa o social, o con miras al exterminio de ésta, emprenda una acción punible contra la vida, la integridad corporal, la libertad, la dignidad o la existencia económica de una persona que pertenece a tal colectividad, es pasible, por el crimen de barbaridad, a la pena de (…) a menos que su acción esté prevista en una disposición más severa del Código respectivo.

“El autor será pasible de pena, si su acción se dirige contra una persona que declara su solidaridad con una colectividad similar o que se pronuncia en favor de ésta.

“Art. 2) Cualquiera que, por odio contra una colectividad racial, religiosa o social, o con miras al exterminio de la misma, destruyere sus obras culturales o artísticas, será pasible por el crimen de vandalismo a una pena de (...) a menos que su acción esté prevista en una disposición más severa del Código respectivo”.

El propio Lemkin escribe un artículo titulado “El Genocidio como un crimen bajo el derecho internacional” en el que sostiene que “Los Estatutos se interpretaron como que los actos inhumanos y las persecuciones a la población civil no hostil serían penalizados sólo cuando se cometieran durante o en relación con la guerra. Al declarar el genocidio como un crimen bajo el derecho internacional y convertirlo en un problema de interés internacional, se ha establecido el derecho de intervención en nombre de las minorías que son señaladas para su destrucción.”[11]

O sea, el autor de la norma excluye expresamente los actos de guerra, entre combatientes o en defensa de la Patria.

Lo cierto es que en Argentina, no sólo se ha elaborado, lucubrado y adulterado el concepto de “genocidio”, sino que hasta se está violando el Estatuto de la CPI (Corte Penal Internacional) de 1998, que establece una pena máxima y excepcional de 30 años de prisión a quienes sean autores materiales de los crímenes más graves de trascendencia internacional y de “extrema gravedad” [sic]. En efecto, los últimos pronunciamientos en Rosario, Tucumán, Córdoba y Salta implican la condena a muerte de los encartados, que por cierto jamás fue probado sin lugar a ninguna duda razonable que hubieran cometido los hechos que se le imputan.

El último presidente de la Junta Militar, Reynaldo Bignone (82 años), fue condenado a 25 años de cárcel e inhabilitación absoluta y perpetua. Por otra parte, el ex Comandante de Institutos Militares Santiago Omar Riveros, (86 años) también fue condenado a 25 años de cárcel, lo mismo que al ex Jefe de Inteligencia, Fernando Verplaetsen, de casi 90. El ex Director de la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, Jorge García, recibió 18 años de prisión; el ex Jefe del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército, Carlos Tepedino, fue condenado a 20 años; y el ex Director de la Escuela de Servicios para Apoyo de Combate "General Lemos", Eugenio Guañabens Perelló, a 17 años.

Además, los responsables de ejecutar la venganza montonera les revocaron la prisión domiciliaria, por lo que todos los ancianos también deberán cumplir su condena en una cárcel común, en condiciones deplorables. Su único alimento será arroz frío y pasado, con deposiciones de ratas y rezarán por no enfermarse, porque ningún tratamiento médico se les dispensará ni continuará.

Los acusados, todos mayores de 80 años, seguramente, abandonarán la prisión en un cajón de madera barata. Y hay más de un millar y medio de militares, de todas las jerarquías y edades diversas, haciendo turno para ser juzgados por estos “tribunales especiales”.

¿No sería éste un buen momento para darle urgente intervención a la Corte Internacional de Justicia para que revise las penas y los hechos?



NOTAS:
[1] El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) es un ente autárquico dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina destinado a promover el desarrollo de la ciencia y la tecnología en ese país. Fundado en 1951 por el General Juan Domingo Perón, su misión ha sido desvirtuada en los últimos años, donde pululan historiadores revisionistas, antropólogos sociales y sociólogos gnósticos o ateos, empeñados todos en la anulación de la historia y las tradiciones argentinas para reemplazarla por otra versión revisionista de su pasado.
[2] José M. Borrero Navia: “Imaginación abolicionista”. ©Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente - PNUMA - Oficina Regional para América Latina y el Caribe - Primera edición: 2002 ISBN 958-97187-0-1
[3] El gobierno de los Kirchner ha planteado trasladar la imagen del ex presidente - está en Diagonal Sur y Perú- a una estancia familiar. La consideran "un insulto a los pueblos originarios". La iniciativa para quitar los monumentos del General Julio Argentino Roca no es nueva sino que es un pedido de muchos años de parte de los pueblos originarios, que siempre estuvo acompañada por el historiador Osvaldo Bayer. En este contexto, la Legislatura porteña analiza un proyecto para sacar la obra que conmemora a Roca emplazada en el micro-centro porteño y trasladarla a una estancia que es propiedad de los descendientes del ex presidente que lideró la denominada “Campaña del Desierto”. La iniciativa del traslado de la estructura que se levanta en la plazoleta ubicada en la intersección de la Diagonal Sur y Perú propone quitar la obra y posteriormente denominar a ese espacio "Homenaje a la Mujer Originaria". "Es un insulto para los pueblos originarios seguir manteniendo a pocos metros de la Plaza de Mayo y de la Casa Rosada a la estatua de quien buscó exterminarlos y les quitó sus tierras”, expresa el proyecto que elaboró el legislador Fabio Basteiro. El proyecto presentado por el legislador de Proyecto Sur propone que la obra, que le pertenece al escultor uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín, sea trasladada a la Estancia La Larga, que es propiedad de la familia Roca, en la localidad Bonaerense de Daireaux. “El monumento al general Roca no es un retrato aséptico del genocida-presidente, sino que tiene un contenido didáctico que muestra sólo una cara de la historia, silenciando la historia desconocida de aquellos que sufrieron por culpa de las acciones de dicho militar”, asegura Basteiro entre los fundamentos. Y agrega que "el delirio militarista del general Roca llevó hasta el extremo el desprecio por la vida humana”, por lo que considera que "no hay grandes obras públicas ni localismos trasnochados que justifiquen que semejante personaje siga ocupando su sitial vigilante en el centro de la ciudad. En las tierras pagadas con sangre y con la compañía de sus descendientes, estaría mucho mejor”, concluye. http://www.criticadigital.com.ar/ind...nota&nid=38894
[4] Guillermo Alfredo Terrero (1922): “Caciques y capitanejos en la historia argentina: La epopeya del desierto” Buenos Aires : Editorial Plus Ultra, 1974. Tomo III Página 284.
[5] Si bien no puedo omitir remitirme a la nota 19, en el Sur argentino también está por ser derribado el monumento a Roca, y han mutado los nombres de los expedicionarios en las calles de Bariloche por personajes del imaginario mapuche y hasta se está reemplazando la enseñanza católica por el culto a la “pacha-mama” y otros movimientos animistas, que ~desde Jujuy~ lidera la dirigente indigenista Milagro Sala, que responde directamente a órdenes de Cristina Fernández de Kirchner. Es un movimiento piquetero de enormes dimensiones que abarca a todo el país con el nombre de “Organización Barrial Túpac Amaru”
[6] Para mayor información ingresar a http://www.little-creek.com/. El gerente del casino es el cacique Abraham Mitelman.
[7] Véase, en Página 12 http://www.pagina12.com.ar/, los artículos de Darío Aranda, Jorge Gelman, y otros “revisionistas”
[8] Resultaría de utilidad ver Andreassi Cieri, Alejandro (1996): "Las Raíces del Genocidio: Los Antecedentes de la Militarización de la Política y de una Ideología del Exterminio en Argentina, 1880-1920", Boletín Americanista (Barcelona), año XXXVI, n.46, 19-54
[9] Sobre Wolfgang Kalek, por cierto miembro de la Bnai Brith, véase http://www.elargentino.com/nota-70449-Los-juicios-son-un-modelo-para-Europa.html
[10] Véase Blaustein, Eduardo: “Decíamos ayer. La prensa durante el proceso” Editorial Colihue, Buenos Aires. 1998 y Salinas, Pablo: “El Estado Genocida – La represión ilegal como práctica genocida”, libelo escrito por este abogado pablo_salinas1971@hotmail.com domiciliado en Rivadavia 680 de la ciudad de Mendoza, editado, exportado y publicado en todo el mundo por “Asociación Abuelas de Plaza de Mayo” http://www.abuelas.org.ar/material/archivo/jornadas15.PDF
[11] Véase Robinsón, Nehemiah: “La Convención sobre Genocidio”. Buenos Aires, Argentina. (1960). Bibliográfica Ameba.

martes, 27 de abril de 2010

Cantando llegó al pie del Eterno Padre


ESPAÑA, ASÍ TE CANTO




A pocos días de conmemorarse un nuevo aniversario de su fallecimiento, recordamos a don Ángel Luis Miguel Salvat, a quien tanto queremos. En esta ocasión escuchamos su “España, así te canto”, emocionada recordación a la Madre Patria, simbolizada en un clavel, una espada y un Rosario.

lunes, 26 de abril de 2010

De pluma ajena


ABORTO EN CHUBUT:
UN INDEFENSO SIN DEFENSOR

(Siguen los crímenes de la Democracia)

Gravísimas irregularidades en el proceso judicial que desembocó en el asesinato de un niño por nacer cometido el 20 de marzo en Trelew. Entrevista exclusiva a Iris Moreira, Defensora en Jefe de Comodoro Rivadavia y tutora ad litem del nasciturus.

La Dra. Iris Moreira en diálogo con este medio explicó que en el segundo aborto practicado en el Centro Materno Infantil de Trelew, le cupo un doble rol: “actué como tutora ad litem del nasciturus, pero además, por ser Defensora en Jefe de Comodoro Rivadavia, seguí toda la causa”.

Consultada sobre lo actuado en defensa del niño por nacer, Moreira respondió: “en primera instancia yo contesté la demanda”. “En ese momento había dos alternativas hacer el aborto, esa era la pretensión de la madre de la embarazada, o esperar y hacer un adelantamiento de parto”. “Me incliné por lo último porque no había un consentimiento pleno de la niña”. “Lo mismo dijo el psiquiatra que la entrevistó”.

Nos relató entonces que consultó médicos sobre el adelantamiento del parto y que ellos le explicaron que eso podía hacerse en la semana 32 de gestación (entendemos que los médicos ofrecieron una respuesta general que minimiza los riesgos para el bebé, sin sopesar como alternativa el aborto).

“El embarazo en ese momento atravesaba la semana 22” —nos dijo Moreira— “entonces pedí asistencia psicológica para la joven hasta el parto, con oportunidad de revisar su decisión y la Jueza Kazakevich (a cargo del Tribunal de Familia que actuó en primera instancia) denegó el pedido de aborto”.

“Pero la sentencia de Kazakevich —señaló Moreira— fue apelada por Nogués”. Recordemos que Laura Nogués, defensora de la adolescente, apeló ante la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia; en tanto la defensora oficial de la madre, Andrea Caleri, intentaba un per saltum en el Superior Tribunal de Justicia, que le fue denegado. Tanto Nogués como Caleri son defensoras públicas de Comodoro y dependen de Moreira, Defensora en Jefe de esa Ciudad.

“El viernes 19 de marzo la Cámara autorizó el aborto”, prosiguió Moreira. Aclaremos que la Cámara contrarió la sentencia que emitió un par de semanas antes en un caso similar y sintonizó con la revocatoria que el TSJ de Chubut emitió en aquella oportunidad.

Según manifestó Moreira, frente al fallo de Cámara le cabían dos posibilidades: “recurrirlo o consentirlo” y agregó “un recurso hubiera sido estéril para revertir la situación con el antecedente del TSJ de Chubut, entonces decidí renunciar al derecho de impugnar y se lo hice saber a la Cámara 15 minutos después de que ésta emitiera sentencia”. “Mi decisión dejó firme el fallo y se comenzaron a arbitrar los medios para hacer el aborto”.

Nos comenta entonces que la joven embarazada se encontraba en Comodoro y que el mismo vienes 19 de Marzo la trasladaron a Trelew. El sábado por la mañana estando ya internada comienzan las maniobras abortivas, “no pudieron hacer el aborto medicamentoso, no lograron que tuviera dilatación y a la noche le hicieron una cesárea y el bebé nació sin vida”.

Indagamos sobre la edad gestacional y respondió: “en el momento del aborto tenía 23 semanas y dos días”. Le advertimos que muchos chicos con esa edad gestacional sobreviven con cuidados neonatológicos y preguntamos: ¿no los previó Ud. para su defendido? La respuesta fue tajante: “No. Porque el fallo de Cámara decía aborto”. Insistimos ¿qué entiende Ud. por aborto? ¿matar al chico? “Sí —contestó— aborto es matarlo lo otro sería adelantar el parto”.

Reveló Moreira durante la entrevista que el aborto se practicó en el Materno Infantil de Trelew, “pero no lo hicieron los médicos de ese nosocomio”. “El caso fue seguido muy de cerca por el Ministerio de Salud de la Nación. Hubo un contacto permanente entre Nación y la Secretaría de Salud de la Provincia”. “Los contactos se hicieron a través de Paula Ferro (responsable del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y María Teresa Ordiales (titular del Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva)”. Nuestra última pregunta fue ¿quién practicó el aborto? “Déjeme hacer memoria, me lo dijo Caleri que siguió más de cerca el tema, Ordiales se lo pidió… a la Dra… Manzano (o algo así) que vive en Trelew pero no trabaja en el Materno Infantil, ella es del Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva”.

Mónica del Río
(Notivida, Año X, Nº 676, 26 de marzo de 2010)

sábado, 24 de abril de 2010

A José Antonio


1903 - 24 DE ABRIL - 2010

NACIMIENTO DE
JOSÉ ANTONIO

PRIMO DE RIVERA


Señor, acoge con piedad en tu seno a los que mueren por España y consérvanos el santo orgullo de que solamente en nuestras filas se muera por España y de que solamente a nosotros honre el enemigo con sus mayores armas. Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio, sino por amor, y el último secreto de sus corazones era la alegría con que fueron a dar sus vidas por la Patria. Ni ellos ni nosotros hemos conseguido jamás entristecernos de rencor ni odiar al enemigo y tú sabes, Señor, que todos estos caídos mueren por libertar con su sacrificio generoso a los mismos que les asesinaron, para cimentar con su sangre joven las primeras piedras en la reedificación de una Patria libre, fuerte y entera. Ante los cadáveres de nuestros hermanos, a quienes la muerte ha cerrado los ojos antes de ver la luz de la victoria, aparta, Señor, de nuestros oídos las voces sempiternas de los fariseos, a quienes el misterio de toda redención ciega y entenebrece, y hoy vienen a pedir, con vergonzosa urgencia, delitos contra delitos y asesinatos por la espalda a los que nos pusimos a combatir de frente. Tú no nos elegiste, Señor, para que fuéramos delincuentes contra los delincuentes, sino soldados ejemplares, custodios de valores augustos, números ordenados de una guardia presta a servir con amor y valentía la suprema defensa de una Patria. Esta ley moral es nuestra fuerza. Con ella venceremos dos veces al enemigo, porque acabaremos por destruir no sólo su potencia, sino su odio. A la victoria que no sea clara, caballeresca y generosa, preferimos la derrota, porque es necesario que mientras cada golpe del enemigo sea horrendo y cobarde, cada acción nuestra sea la afirmación de un valor y de una moral superiores. Aparta así, Señor, de nosotros, todo lo que otros quisieran que hiciésemos y lo que se ha solido hacer en nombre de un vencedor impotente de clase, de partido o de secta, y danos heroísmo para cumplir lo que se ha hecho siempre en nombre de un Estado futuro, en nombre de una cristiandad civilizada y civilizadora. Tú solo sabes, con palabra de profecía, para qué deben estar “aguzadas las flechas y tendidos los arcos”. Danos ante los hermanos muertos por la Patria perseverancia en este amor, perseverancia en este valor, perseverancia en este menosprecio hacia las voces farisaicas y oscuras, peores que voces de mujeres necias. Haz que la sangre de los nuestros, Señor, sea el brote primero de la redención de España, en la unidad nacional de sus tierras, en la unidad social de sus clases, en la unidad espiritual en el hombre y entre los hombres y haz también que la victoria final sea en nosotros una entera estrofa española del canto universal de tu gloria.

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(Esta Oración a los Caídos de Falange
puede ser perfectamente destinada
a nuestro Jefe.
Arma al brazo,
y en lo alto las estrellas.)


viernes, 23 de abril de 2010

Editorial del Nº 86


LA TRAMOYA
DEL PARLAMENTARISMO

Quienes nos toman por principistas políticos, dándole a la afirmación un tono acusatorio que no debería tener, suelen aducir que si aceptáramos, siquiera a regañadientes las reglas del sistema, podríamos arribar hasta los escaños mismos del parlamento y hacer pesar nuestra voz.

Aún sin llegar a tales extremos sacrificiales, hay amigos de la más santa condición que, de vez en vez, nos instan a ejercicios mortificatorios menores, como impugnar con nuestra presencia alguna medida particularmente aborrecible de las tantas que democráticamente deponen ciertos cuerpos colegiados en sesiones abiertas a la polémica pública.

Los que así arguyen no suelen ser enteramente crédulos del sistema, pero están convencidos de resultar pragmáticos. Son en el fondo personajes candorosos que apuestan a cierta forma de injerencia en la colegialidad, como si ésta se rigiera por alguna norma que no fuera la inicua ley del número amañado, de la cifra camandulera, del porcentaje tramposo, del guarismo fraudulento. Ni hablemos de los beatos de la democracia, ante cuyos ojos bovinos todo altar puede ser profanado, menos aquel en el que se recuentan los sufragios.

A la vista de lo que está ocurriendo ahora en el Congreso, no parece necesario tener las dotes envidiables de Lucas Padilla, de quien dijera Jorge Vocos: “Tú que las tienes, traes las razones: «Dijo Platón, Santo Tomás decía…»”. Porque, en efecto, aquí ya no se precisa argüir con los clásicos sobre la ingente ruindad de un régimen sostenido en la rebelión de la cantidad sobre la calidad, como no se precisa tampoco filosofar en exceso sobre la aporía malsana de un modelo institucional edificado sobre lo más voluble y contingente que existe: la mitad más uno.

Aquí basta con algo más empírico y más pedestre, aunque con los riesgos que supone toda actividad en un laboratorio, cuando se escapan los tóxicos y se mezclan las sustancias emponzoñadas. Aquí nos basta, decimos, con estar al tanto de las jugarretas apátridas entre el oficialismo y la oposición, presenciando esa partida tosca de tahúres que protagonizan radicales y peronistas, con sus distintas subespecies zoológicas y taxonomías simiescas. “¡Quítate tú que me pongo yo porque soy más guapo, y la gran farsa de echar los votos”, decía el cura Castellani. Esto es por naturaleza, no sólo per accidens argentino, la corrupción del parlamentarismo. Su desquicio inherente, su prostitución connatural, su insalvable villanía de no tener otra pauta suprema que la de los porcentajes.

Ahora resulta que amenazan a los legisladores que se ausenten de las augustas sesiones con descontarles las dietas. ¡Como si alguno de estos timadores profesionales viviera de su salario legiferante! Y hasta pretenden asustarlos con la promesa pueril de conducirlos al magno recinto con la fuerza pública. ¡Oh, el trascendente pleito jurisdiccional que se abre entre la Federal y la Metropolitana! ¿Quíen encadenará a los titanes al yugo congresil? Mientras la parodia se desenvuelve, ausentes y presentes rotativos se ríen a carcajadas, escondidos tras los cortinados, tramando la próxima felonía, la siguiente trufa, la zancadilla mafiosa, el acuerdo emporcado. Sólo la patria llora.

¿Se necesita algo más concreto y mas hediondo para aceptar de una vez por todas que el Nacionalismo tiene empedernidas y fundadas razones cuando abjura de la democracia y del parlamentarismo? ¿Se necesita presenciar todavía alguna canallada más de los Rossi, los Pichetto, los Kunkel, los Cobos, los Carrió, los Menem, o los cien nombres distintos de la misma traición a Dios y a la Argentina?

Parece que fue el liberalote Stuart Mill el que decía que en los procesos sociales controvertidos se suceden tres fases: el rídiculo, el debate y la aceptación.

El ridículo trágico de estos pigmeos disputando un botín ante las ruinas de la patria, es rutina de cada día. El debate participa de ese mismo ridículo y lo alimenta, por orfandad de cacumen y exceso de prostititución mental.

La aceptación es la larvada complicidad de todos los participantes de la sombría farsa, pues al instante siguiente que dejen de aceptar el Régimen tendrán que hacer lo que nunca han hecho en sus vidas: trabajar decentemente.

Queda una cuarta fase que no previó el londinense. La reacción indignada y vigorosa de quienes no están dispuestos a presenciar inertes el remate de la Nación en el garito de un Congreso rufianesco y prostibulario, con perdón del pleonasmo.

Están todos invitados a participar activamente de esta cuarta fase.

Antonio Caponnetto

jueves, 22 de abril de 2010

Vanguardia


COMUNICADO

A raíz del lanzamiento de la Escuadra La Plata de nuestro Movimiento, militantes de los sectores estudiantiles y trabajadores difundieron nuestras consignas en cientos de frentes platenses. Algunas agrupaciones universitarias de izquierda, acompañadas por las temerosas autoridades de la UNLP, han puesto el grito en el cielo y han convocado a un manifestación de repudio en nuestra contra. Una de las primeras agrupaciones en protestar ha sido la vergonzante rama del Partido Comunista de La Plata, que no se atreve a utilizar su verdadera definición ideológica, escudándose detrás del aborigen rótulo de “Tupac Amaru”, integrante del Movimiento Universitario de Izquierda (MUI).

El motivo principal fue el de que nuestros camaradas se atrevieron a dejar escritas sus consignas “en las paredes del comedor universitario y algunas facultades de la UNLP”, que como es sabido sólo albergan expresiones de la multiforme izquierda universitaria. Además del “agravio” que significa permitir que los jóvenes del Nacionalismo pretendamos disputarle la calle a los que se creen sus dueños absolutos, lo que no soportan es que hayamos pintado en toda La Plata la consigna: “24 de marzo - Día de la venganza terrorista”. El solo hecho de desnudar la mentira y osar cuestionar el mito de la “juventud maravillosa”, eufemismo utilizado tanto por el gobierno como por la izquierda revolucionaria para denominar a los miles de asesinos integrantes de las agrupaciones terroristas que sumieron al país en sangre desde fines de los ’50 hasta principios de los ’80, presentándolos falsamente como candorosos defensores de la justicia social, los hace perder la paciencia y convocar nuevas manifestaciones de repudio, según su habitual ejercicio insurreccional. Entonces, para confundir a los incautos y desautorizar nuestra prédica, nos endilgan “la reivindicación del golpe militar”. Pretenden olvidar que cuando el Partido Comunista –de absoluta obediencia soviética- mantenía un notorio silencio durante los primeros tiempos del “Proceso”, el Nacionalismo en el que nos enrolamos denunciaba públicamente –casi en soledad- la entrega económica representada impúdicamente por la figura de José Alfredo Martínez de Hoz, al tiempo que exigía una lucha clara y frontal en la guerra desatada contra la Argentina por la guerrilla terrorista y marxista, con el apoyo público de Cuba y la URSS.

Por ello, y a fin de que no pueda confundirse a nadie con buena fe, sólo reivindicamos como propias las siguientes pintadas: “24 de marzo - Día de la venganza terrorista”, “¡Los Kirchner a la cárcel YA!, “El Nacionalismo avanza”, “¡Gloria y Honor a los héroes de Malvinas!”, “Ni liberales ni marxistas: Nacionalistas”. Toda otra expresión que se nos adjudique es falsa y corre por cuenta de los mentirosos y falsarios de turno.
Al Rector de la Universidad, que ha permitido durante su gestión que el interior y el exterior de la UNLP exhiban permanentemente toda clase de expresiones políticas, pero se alarma y entrega pintura para que nuestras pintadas sean cubiertas, lo invitamos para que limpie y pinte adecuadamente la Universidad, de modo que los estudiantes no tengamos que convivir con la mugre habitual, y para que se atreva a “abrir su mente” y permitir que gritemos la verdad aquellos que, como nosotros, no admiten el pensamiento único impuesto como “historia oficial” desde 1983 a la fecha.

Finalmente, continuaremos nuestra tarea política, en todos los terrenos, en pos de la unión del nacionalismo juvenil de nuestra Patria, hasta que la Argentina verdadera se libre de tantos sinvergüenzas ideológicos y rapiñadores económicos.

La Plata, 21 de abril de 2010

COMANDO PROVINCIAL DE BUENOS AIRES
VANGUARDIA
DE LA JUVENTUD NACIONALISTA

miércoles, 21 de abril de 2010

Alguien tiene que decir la Verdad



POR LA NACIÓN
CONTRA EL CAOS

CÓMPRELA A PARTIR
DE ESTE VIERNES


lunes, 19 de abril de 2010

Aviso


CONFERENCIAS

Tenemos el agrado de invitarlos a un cursillo de dos conferencias, seguidas por debates dirigidos por el Dr. Gerardo Palacios Hardy, a realizarse en la sede del Instituto de Filosofía Práctica, Viamonte 1596 (1er. piso) - Cdad. Autónoma de Buenos Aires, los días 20 y 27 de abril a las 19 hs.


Los temas versarán sobre una novedosa teoría de Monseñor Oscar Alonso: “Los buenos que no se atrevieron a ser justos mataron a Cristo. Los buenos eligieron a Barrabás”.

La primera de las conferencias (mañana, martes 20 de abril - 19 hs.) estará a cargo del Dr. Antonio Caponnetto, quien abordará el tema “¿Quiénes mataron a Cristo?”

La segunda conferencia (Martes 27 de abril - 19 hs.) estará a cargo del Dr. Bernardino Montejano, quien se ocupará del tema: “Justicia y bondad”.

miércoles, 14 de abril de 2010

Históricas


EL PROBLEMA DE
LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA

Hace un tiempo, por gentil deferencia del doctor don Miguel Ayuso Torres, recibimos el tomo XII de los Anales de la Fundación Francisco Elías de Tejada. Publicación cuidada y valiosísima que puede “enorgullecerse de ser un punto de referencia en el tradicionalismo de raíz hispánica”, y que por eso tomamos con respeto y afecto en nuestras manos.

En primer término debe anotarse que este volumen se abre con una sección de notas In Memoriam, a cargo del doctor Ayuso Torres, Secretario del Patronato de la Fundación. De esas páginas queremos destacar dos, que con justicia exaltan las figuras de los queridos camaradas y amigos inolvidables: Eduardo Víctor Ordóñez y Álvaro Pacheco Seré. Ellos representaron las orillas de la Patria Rioplatense. El recuerdo de don Miguel nos hace entrar en las hondas huellas del paso por esta vida de aquellos maestros que nos permiten continuar aprendiendo. Ambos, a no dudar, están “rogando ante el Altísimo por todos nosotros y su amada hispanidad”.

Proseguimos la lectura con creciente interés cuando en la Sección Estudios y tal vez movidos por la cercanía del segundo centenario de la iniciación de la crisis del Imperio Romano Hispánico (1808-2008) llegamos a un título en el que nos detuvimos. Éste no era otro que el que encabeza esta nota: “El problema de la Independencia de América”. El trabajo lucía la firma de Federico Suárez Verdeguer que “fuera Catedrático de Historia en la Universidad de Santiago de Compostela…” trasladándose más tarde a Pamplona para dar comienzo a la que luego fue Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, donde creó el Seminario de Historia Moderna. Como Director de la “Colección Historia” de esa Casa de Estudios debe destacarse en particular la edición de los “Documentos del reinado de Fernando VII en trece volúmenes aparecidos entre 1965 y 1972”.

De tan insigne profesor no podíamos dar crédito a nuestros ojos y entendederas que en la página 55 del tomo que nos ocupa estampara lo siguiente: “Así como en España… los Reinos de América reaccionaron como los españoles creando Juntas para la defensa de los derechos del Rey. El problema jurídico nace cuando las Juntas de América rehúsan el reconocimiento a la Junta Central o la Regencia (las negritas son nuestras). “En 1814 —agrega— las circunstancias cambian y los argumentos deben cambiar también. Fernando VII regresa a España en la plenitud de su soberanía y con respecto a América vuelve a ser como antes de 1808. Si se levantaron en defensa de los derechos del Rey, su alzamiento ya no tiene objeto”.

Cabe entonces preguntar cuál era la situación legal de América en los comienzos del siglo XIX. La respuesta se puede sintetizar en forma clara y categórica. Las Indias no eran colonias sino Reinos y estaban unidos a la Corona de Castilla fuera de toda vinculación con el Estado español. Esto era lo que establecía el ordenamiento jurídico originado en los Pactos celebrados por el nieto de los Reyes Católicos con las autoridades indígenas locales.

Todo nos lleva a la época de Carlos V, cuando el César firma, a su paso por Barcelona, en el año 1519, los documentos por medio de los cuales se “estableció la Unidad e Intangibilidad de América”. Durante tres siglos, ése fue el Estatuto.

Ya en el siglo XVIII el accionar de las logias masónicas y la difusión de las ideas iluministas golpearon la estructura sobre la que se apoyaba la relación de los Reinos de Indias y la Monarquía Católica. Como un ejemplo de esto podemos señalar que el fundamento teológico de la autoridad de los Austrias se fue debilitando hasta ser sustituido por el laicismo del poder civil que hizo el absolutismo de la dinastía borbónica, llegada con Felipe V. Un absolutismo cerrado que eliminó el peso iluminador de la Iglesia al que se agregó la adopción del liberalismo con sus ideas en educación y economía.

Y el problema hubo de estallar con la invasión napoleónica de 1808 y en un momento que se puede precisar: el 24 de setiembre de 1810, cuando las Cortes de Cádiz aprobaron la Ley por la cual se dispuso la extinción de Provincias y Reinos diferenciados de España e Indias para dar cabida “a una sola Nación Española”. Era la intolerable subordinación de lo criollo al masonismo peninsular de los liberales diputados gaditanos.

Así fue que se levantó el estandarte del Pacto de los tiempos de Carlos V para sostener la independencia de las Juntas. Pacto que no era el de los enciclopedistas sino el histórico firmado y lacrado con Sellos Reales entre las Indias soberanas y Castilla.

Y llegó 1814, año en el que, según Suárez Verdeguer, el Alzamiento ya no tenía objeto. Instalados los americanos en el campo jurídico, pensaron en la Paz y la Unidad con la restauración de la Monarquía Tradicional.


Consecuencia de ello fueron las misiones como la que desde Buenos Aires encabezaron Belgrano y Sarratea, portadora de un Memorial que decía: “El pueblo de España no tiene derechos sobre los Americanos. El Monarca es el único con el cual celebraron contratos los colonos de América; de él solo dependen y él solo es quien los une a España… La Ley de Indias es la mejor prueba del derecho de las Provincias del Río de la Plata… La Ley en cuestión es el contrato que el Emperador Carlos V firmó en Barcelona el 14 de setiembre de 1519 a favor de los conquistadores y colonos…”

Es indudable que esta Ley es la única que liga personalmente al Monarca y que no tiene relación con España. Pero las apelaciones al Monarca fracasaron porque Fernando VII era hombre desleal, insensible, con ladino orgullo y con un pétreo cerebro que no podía aceptar que su autoridad dependiera del cumplimiento del Pacto y de la “sumisión condicionada de sus leales vasallos”.

Manuel Jiménez Quesada, en “Las doctrinas populistas en la Independencia de Hispanoamérica” (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sevilla, 1947) transcribe lo que Fray Pantaleón García afirmaba en Buenos Aires allá por 1810: “La fidelidad no es un derecho abstracto que obliga a todo evento; es la obligación de cumplir el contrato que liga a las partes con el todo; obligación recíproca porque debemos guardar respeto y obediencia al Rey pero éste debe guardar nuestros derechos”. Las Cortes de 1810 y 1812, pletóricas de iluminismo jacobino, y Fernando VII con su avaricia absolutista, precursora del liberalismo, sellaron la destrucción del Imperio Católico. Crimen incalificable porque la Revolución (en el sentido del verbo latino “volver hacia atrás”) aspiró a una unión más perfecta con la Metrópoli. Tal como lo exponía el Restaurador el 25 de mayo de 1836 cuando refiriéndose a 1810 afirmaba: “No [se hizo la Revolución] para romper los vínculos que nos ligaban a los españoles sino para fortalecerlos por el amor y la gratitud…”

El Padre Suárez Verdeguer, que fuera Preceptor y Capellán de quien hoy ocupa el Trono de España, tal vez “con signo intelectual declinante” (“declinante incluso en la propia Universidad de Navarra donde se asentó por el contrario el catolicismo liberal enragé…”) escribió al final del Estudio lo que colmó nuestro asombro.

Al preguntarse qué es lo que constituyó el alma de la secesión, se contesta que hay que buscarla “en los signos de los tiempos”. Agregando en párrafo inmediato que “una nueva generación que no pensaba ni sentía como sus abuelos, que estaba desarraigada del pasado porque hundía sus raíces en el sistema que las luces habían descubierto”. Ya ubicado cómodamente en el plano gaucho del historicismo sólo le faltó hablar de “los vientos de la historia”. Páginas para dejar en un piadoso olvido.

Qué pena.

Luis Alfredo Andregnette Capurro

domingo, 11 de abril de 2010

Nacionales


HUGO WAST Y
RODOLFO WALSH

Un proyecto presentado ante la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, propone la supresión del nombre del Dr. Gustavo Martínez Zuviría a la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional, de la que fuera su fundador durante su gestión como Director de la misma, y su reemplazo por el de Rodolfo Walsh.

Entre los considerandos del susodicho proyecto abundan las mentiras, las insidias, las ignorancias, los errores maliciosos, los tópicos trillados de las peroratas marxistas, y hasta los gruesos gazapos sintácticos. Pero dos cosas quedan explicitadas sin subterfugios:

a) que el nombre de Hugo Wast no debe figurar por ser “antisemita”, y
b) que el nombre de Walsh merece honrarse por su militancia montonera.


Ya habrá ocasión de refutar, por enésima vez, el agravio gratuito que supone confundir con el antisemitismo al pensamiento católico sobre el misterio de Israel. Pensamiento católico robusto y hondo —de perspectiva sobrenatural, raíces escriturísticas y teológica mirada— que, como pocos supo expresar en sus valiosos libros Don Gustavo Martínez Zuviría.

Sólo marquemos ahora una tragicómica paradoja; y es que aquella organización terrorista a la que perteneció el novel homenajeado,se definía como antisionista, teniendo visibles apoyos logísticos en el mundo árabe.

Hace ya tiempo, el escritor Daniel Schnitman, desde la publicación “La Voz. Periodismo Judeo-Argentino Independiente”, del 29 de julio de 2006, denunciaba la “furibunda embestida antisemita” de los Montoneros, a través, entre otros medios, de su revista “Jotapé”; a la par que asociaba con el atentado a la AMIA, a “personas que antiguamente formaron parte de la organización denominada «Montoneros»”.

“El 25 de agosto de 2002 —agrega Daniel Schnitman— el reconocido periodista Miguel Bonasso publicó un estremecedor informe de inteligencia militar realizado durante la dictadura, bajo el título «Lo que sabía el 601», referido a la infiltración de los servicios a los Montoneros”.

Dice Bonasso: “El informe del 601 abunda en datos sobre la relación militar entre Montoneros y Al Fatah, que había sido imprudentemente publicitada en una entrevista concedida al semanario español «Cambio 16», por el jefe de la estructura militar, Horacio Mendizábal, quien luego caería en combate, durante la primera Contraofensiva. La revelación de «Hernán» o «el Lauchón», como se conocía a Mendizábal en Montoneros, causó alarma en el alto mando palestino y atrajo definitivamente sobre los guerrilleros argentinos la inquietante mirada del Mossad israelí. Que, según algunas fuentes, nutrió con información al 601”.

De modo que, en lo sucesivo, quienes proponen la supresión del egregio nombre de Hugo Wast deben hablar más claro. No es el presunto antisemitismo del gran novelista, lo que les quita el sueño. Es su condición de católico, apostólico y romano lo que les molesta y subleva. Y se entiende que así sea, en quienes están haciendo del anticatolicismo una vergonzosa política de Estado.

Por lo demás, la verdad es que a Montoneros, tanto le dio recibir financiación del mundo árabe, como nutrir sus cuadros homicidas con israelitas, por cuyo “exterminio” siguen aplicando la ley de Nüremberg.

viernes, 9 de abril de 2010

Del profeta de la Argentina


CIZAÑA
MODERNISTA


El misterioso “Obstáculo” de que habla San Pablo parece haber sido retirado o poco menos; y las fuerzas del mal, poder de la herejía y medios de destrucción de que dispone la humanidad, parecen no tener ya límites. La Iglesia gime impotente y los miasmas de la corrupción contemporánea se insinúan incluso dentro de ella; y no en la forma en que siempre se han insinuado, “cizaña en medio del trigo”, reconocible y condenada, sino en la forma más terrible de la sal que pierde salazón, el fariseísmo, y la corrupción especiosa del dogma, que llamamos modernismo.

R.P. Leonardo Castellani, S.J.
(Tomado de su libro “Los papeles de Benjamin Benavides”)

martes, 6 de abril de 2010

A 28 años del 2 de Abril


MI HOMENAJE PERSONAL
AL SUBTENIENTE OSCAR SILVA

Hacia fines del 2004, en una de las visitas habituales a la librería Santiago Apóstol, me llamó la atención un libro entonces reciente: “Malvinas: la última guerra romántica”. Su autor, un veterano de la contienda, el Teniente de Infantería Comando Dámaso Guillermo Soraires.

Adquirí la obra, publicada por Ediciones Camino del Bajo, y al llegar a la página 77, lo que empecé a leer me causó sorpresa, emoción, gratitud y un llanto contenido que todavía me asalta en cada releída.

Cuenta Soraires que el Teniente Frecha encontró el cuerpo sin vida del glorioso Subteniente Oscar Silva, caído en combate. En la chaquetilla de su uniforme de batalla había “una poesía que recordaba muy bien”, titulada “Maestro de Combatientes”.

Soraires agrega entonces, antes de proseguir con el relato, una evocación en prosa de unos versos míos que incluí en el prólogo que me pidiera para su libro el entrañable amigo Miguel Angel Ferreyra Liendo.[1]

La parte evocada en prosa es aquella que dice en el original:
“Que no me ofrezcan lo que nunca tuve
por compensar lo que nos han quitado,
el honor de decir: donde yo estuve
flamea un estandarte soberano”.
Acota al fin Soraires, que el Teniente Frecha llevaba consigo aquel poema postrero del Subteniente Silva, y al que el caído había titulado “Maestro de Combatientes”. Pero que él juzgó lícito hacerle un cambio, y así se lo comunicó a “un Oficial de Marina” a quien le narraba la muerte heroica de Silva.

El cambio se debía, según el Teniente Frecha, a que “ya no flamea el estandarte [en Malvinas], sino que hay que arrebatar el estandarte”.

Transcriptos los largos y vibrantes versos del Subteniente Oscar Silva —“composición actualizada” por el cambio de Frecha— “el Oficial de Marina manifestó su intriga por el título original del poema que los había motivado: Maestro de Combatientes. Frecha le responde que el subteniente Silva había abrevado para su formación en el Centro [de Estudios] Nuestra Señora de la Merced, donde había conocido al maestro de combatientes, un profesor de historia e investigador, que le decía que se podía perder una guerra poniendo a resguardo el honor de los protagonistas. Teniendo en cuenta esa premisa, además de renunciamiento y sacrificio, el profesor de historia le pedía a su discípulo que ante la contingencia de una guerra, al combatiente le era debido decir: «no me ofrezcan lo que nunca tuve por compensar lo que nos han quitado». Para poder decir, donde yo combatí sigue flameando un estandarte soberano”.[2]

He de vencer el natural pudor, y Dios no permita que sea pecando contra la humildad, para decir que ese “profesor de historia e investigador” que daba clases en el Centro de Estudios Nuestra Señora de la Merced, era yo. Quien repase la colección de “Cabildo” correspondiente a los años que giran alrededor de 1980, verá la sucesión de avisos convocando a los Cursos que entonces tuve a mi cargo. Precisamente, fueron los años en que el Subteniente Oscar Silva llegó desde su San Juan natal a Buenos Aires para incorporarse al Colegio Militar de la Nación.

Desde que leí esas páginas de Soraires no pocos sentimientos se me cruzaron al galope. Miento si no digo que el primero fue el legítimo orgullo, el manso y hondo consuelo de la recompensa espiritual, y el sobrecogimiento absoluto —un verdadero temor y temblor— ante la comprobación de que de los frutos de mi tarea docente se estaba dando testimonio. Pero inmediatamente mi memoria buscó entre esos muchos rostros de tantos alumnos antiguos, la cara del Subteniente Silva, su voz, su porte, su sencillez y su talante. La memoria quería volver por sus fueros para rendirle homenaje.

Un año antes de la aparición del libro providencial de Soraires, yo le había prologado a Alberto Mansilla su valioso ensayo “Argentina tiene héroes”,[3] uno de cuyos capítulos traza precisamente la biografía y la muerte en combate del legendario Subteniente Silva.

De modo que no me era ajena su figura, ni su trayectoria, ni su sacrificio paradigmático. Pero me era ajena la incomunicable conmoción de considerar que aquél, a quien conocí como alumno, conocía ahora como biografiado; que aquél, en suma, a quien traté como joven soldado, reconocía tras los años y la guerra justa, como héroe de la nacionalidad.

Y sobre todo, me era ajena la paradójica unión del gozo y del dolor, del honor y de la herida, de la satisfacción y de la pena, de saber que mi alumno —gallardamente muerto— había tenido la magnanimidad de dedicarme su poema. Pedí Misas por su alma, y fue lo mejor que supe pedir para él. Todo reconocimiento hacia su gesto me resulta insuficiente. No supe ni sabré nunca cómo agradecerle su discipulado, ratificado con la sangre; y la verdad es que, no habiendo derramado la mía en el Sur, no me siento merecedor de su gesto. Ni de ser calificado con el título de su poema.

El Subteniente Silva cayó bravamente en Tumbledown, como integrante de la Compañía Nácar, defendiendo palmo a palmo el suelo patrio ante la embestida invasora. Una ráfaga de fuego lo alcanzó en la cintura, la noche del 13 de junio, mientras se multiplicaba en órdenes y en brazos para que todos sus subordinados pelearan sin rendirse. Es probable que su último pensamiento estuviera centrado en “la primera verdad que es el Verbo”, según dejó escrito en su poema. Bienaventurado él, y los que con él, arrebataron el Cielo por asalto.

El Centro de Estudios Nuestra Señora de la Merced era una noble y resuelta iniciativa de Juan Carlos Monedero. Funcionaba en un modesto local rentado en la zona céntrica de Buenos Aires, a costa de austeridades compartidas, y no debo disimular la precariedad y la escasez de medios con la que nos movíamos. Tampoco la sencillez de aquellas clases mías, sin la pericia que suelen traer los años de carrera docente.

Sin embargo, la gracia de Dios, que desde el pesebre sabe hacer brotar lo grande de lo pequeño y la flor del lodazal, hizo el milagro de que en ese ámbito de estrecheces y de fervores nacionalistas católicos, y a pesar de mis limitaciones, se contribuyera a la formación de un héroe.

Quienes aún hoy nos dedicamos al magisterio, y estamos tentados a veces de maldecir nuestra suerte, de desesperar de la ausencia de frutos, de protestar por la indiferencia de quienes son nuestros alumnos, debemos pensar seriamente si detrás de esos jóvenes que se nos ponen en el camino, no hay un Subteniente Silva aguardando la noche de la próxima Reconquista.

Antonio Caponnetto

NOTAS:
[1] Miguel Ángel Ferreyra Liendo: “Romancero de la Guerra del Atlántico Sur”, Córdoba, Arpón, 1984.
[2] Dámaso Guillermo Soraires: “Malvinas: la última guerra romántica”, Buenos Aires, Camino del Bajo, 2004, páginas 80-81.
[3] Alberto Mansilla: “Argentina tiene héroes. Cinco semblanzas de la guerra de Malvinas”, Bs. As., 2003.

domingo, 4 de abril de 2010

Resurrexit sicut dixit


SOBRE LA RESURRECCIÓN
DE NUESTRO SALVADOR

Y otro día, que es el que se sigue al de la Parasceve, los príncipes de los sacerdotes y los fariseos acudieron juntos a Pilato, diciendo: “Señor, nos acordamos que dijo aquel impostor cuando todavía estaba en vida: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se guarde el sepulcro hasta el tercero día; no sea que vengan sus discípulos y lo hurten, y digan a la plebe: Resucitó de entre los muertos: y será el postrer error peor que el primero”. Y Pilato les dijo: “Guardas tenéis, id, y guardadlo como sabéis”. Ellos, pues, fueron, y para asegurar el sepulcro, sellaron la piedra y pusieron guardas. (vers. 62-66).

San Jerónimo. No contentos los príncipes de los sacerdotes con haber crucificado al Señor, quisieron guardar su sepultura e impedir en cuanto estuviese de su parte la resurrección. Por esto dice: “Y otro día, que es el que sigue al de la Parasceve”, etc.

Rábano. Parasceve quiere decir preparación. Con este nombre se entiende el sexto día que precede al sábado en el cual preparaban lo necesario para este día, como se dice respecto del maná: “En el sexto día recogeréis doble” (Éxodo, 16, 22) y como en el sexto día fue hecho el hombre y en el séptimo descansó Dios, por esto muere Jesús en el día sexto por el hombre y descansa el sábado en el sepulcro.

San Jerónimo. A pesar de haber cometido un horrendo crimen con la muerte del Salvador, a los príncipes de los sacerdotes todavía no les resultaba suficiente y buscaban derramar todo el veneno de la perfidia contraída hiriendo la honra del Salvador después de su muerte. Por esto llaman impostor a aquél que sabían que era inocente. Por esto dicen: “Señor, recordamos que dijo aquel impostor”, etc.

Remigio. El Señor había ofrecido que resucitaría al tercer día porque había dicho: “Así como estuvo Jonás tres días y tres noches en el vientre de una ballena”, etc. (San Mateo, 12, 40). Pero debe observarse de qué modo resucitó después de tres días, porque algunos quieren decir que fueron las tres horas, a saber: una la de tinieblas; otra la de la aurora y del día. Sin embargo, éstos desconocen el significado de la locución figurada. Porque en sentido figurado se entienden la feria sexta en que padeció y comprende la noche precedente. Sigue después la noche del sábado con su día y la noche del día del domingo, que ya forma parte de este día. Por esto es verdad que resucitó al tercer día.

San Agustín, in serm. de Passione. Por lo tanto, resucitó después de tres días, para que en la pasión del Hijo se diese a conocer el asentimiento de toda la Trinidad. Los tres días son una figura, porque la Trinidad que en un principio hizo al hombre, es la misma que repara al hombre por la pasión de Jesucristo.

Sigue: “Manda, pues, que sea custodiado el sepulcro hasta el tercero día”.

San Hilario, in Matthaeum, 33. El miedo de que fuese robado el cuerpo, y su guardia y sello es un testimonio de necedad y de infidelidad, porque quisieron sellar el sepulcro de aquél por cuyo mandato habían visto levantarse a Lázaro del sepulcro.

Rábano. Y cuando dicen: “Y este error será peor que el primero”, dicen la verdad aunque por ignorancia. Porque fue mucho peor el menosprecio del arrepentimiento en los judíos que el error de su ignorancia.

San Juan Crisóstomo, homiliæ in Matthæum, hom. 89,1. Véase cómo sin querer se conciertan para probar la verdad. Se demostró la verdad de la resurrección precisamente por las disposiciones que adoptaron. Porque habiendo sido custodiado el sepulcro, no pudo haber engaño alguno y si no pudo haber engaño, es evidente e irreprochable que el Señor resucitó. Veamos lo que Pilato contestó: “Guardas tenéis, id y guardadlo como sabéis”.

Rábano. Como diciendo: Ya tenéis bastante con que os haya permitido matar a un inocente; en cuanto a lo demás, continuad en vuestro error. “Ellos, pues, fueron y para asegurar el sepulcro sellaron la piedra y pusieron guardas”.

San Juan Crisóstomo, homiliæ in Matthaeum, hom. 89,1. Pilato no quiso que fuesen sólo los soldados los que sellaran el sepulcro, porque si lo hubiesen sellado los soldados únicamente, se habría podido decir que habían permitido a los discípulos que robasen el cuerpo del Señor y así hubiera quedado quebrantada la creencia de la resurrección. Pero en este caso ya no podían decirlo porque ellos mismos habían sellado el sepulcro.

Santo Tomás de Aquino
(Tomado de su “Catena Áurea”, comentario
al Evangelio según San Mateo, cap. 27, 62-66).


viernes, 2 de abril de 2010

La Guerra Inconclusa


VOLVEREMOS

Estamos otro año convocados aquí, bajo la sombra del Libertador, para honrar, recordar y reivindicar la heroica gesta de Malvinas. Heroica gesta en que la Argentina sorprendió al mundo con la recuperación del territorio usurpado durante ciento cincuenta años por una de las potencias mas poderosas de la tierra: Gran Bretaña.

Han transcurrido veintisiete años desde aquel día, un 2 de abril como hoy, y como hoy, previo al Domingo de Ramos, como hoy, lejano y silencioso.

Una vida que se inmola y una patria que se ensancha, que se pone de pie, que grita su Himno a los cuatro vientos, que se agranda con la euforia de un pueblo enardecido, que se cobija en su bandera y se une en una sola voz de libertad.

Pero han transcurrido veintisiete años y aquella fuerza, aquella unión, aquel orgullo, han pasado casi al olvido, empujados por políticas e ideologías que no sólo desfiguran los hechos, sino que los destruyen, buscando réditos que no consiguen y que nos ponen en el mas absoluto ridículo ante los poderosos.

Los gobiernos que se sucedieron a partir de 1982, cometieron una insensatez tras otra en la posguerra, para culminar hoy con la presencia de la presidenta de la Nación y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, en las tierras que ultrajaron su propia tierra.

Bajo la apariencia de un foro internacional —que terminará con todos los males de este mundo, se nos dice, en unas sesiones costosas y aburridas, donde ya sabemos quién gana— la Argentina olvida la pureza de su causa con la presencia de quien debió estar aquí, al frente de las celebraciones nacionales. Y defendiendo esa causa a costa de su propia vida, si fuera necesario, como lo juraron y como lo hicieron aquellos que dejaron su juventud preciosa, su único equipaje, en la turba helada o en el fondo del mar o en el cielo brumoso.

El usurpador impuso condiciones a los funcionarios y a la presidenta que se hallaban de visita. Para no entorpecer el brillo del encuentro, se suprimen situaciones y palabras molestias, que ya ni se tratan ni se dicen. Por lo demás, hablar de Soberanía cuando no se la ejerce, ni se quiere, ni se puede ejercerla, es tiempo perdido.

Si las 350 millas marítimas que el país colonialista reclama, nos sobran, ¡que se las queden! Ese parece ser el pensamiento de nuestro Canciller a partir de su pasividad y del desconocimiento del atropello inglés que la ciudadanía, en su mayoría, ignora. Que las Islas sean “territorio de ultramar” para el Reino Unido y que sus habitantes tengan derecho a la autodeterminación, clama al cielo, pero no hace mella en los gobernantes y en los aspirantes a serlo, ocupadísimos como están en conseguir votos.

La Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas aceptó compartir “un plato de lentejas”, en lujosos salones reales, la noche del 1 de Abril, sin recordar que en una noche como ésa, hace 27 años, las tropas de las Armas que ella hoy comanda, esperaban en profunda vigilia de cuerpo y alma, resonando en sus músculos y en sus mentes las palabras de la arenga viril y honorable de su jefe, con el arma y el rosario aferrados en sus manos ansiosas, para cumplir con la misión más heroica y libertadora que se les había encomendado.

En una noche así, en que a través de todos estos años, miles de Veteranos de Guerra de Malvinas han velado sus armas en memoria de aquella otra inigualable, este gesto presidencial degrada y ofende la vocación auténtica de los genuinos soldados.

El repudio de los argentinos será poco comparado con el desprecio y la burla con que los países que saben de guerras, como el propio país anfitrión, mirarán esta presencia. En una fecha, seguramente no elegida al azar, en la que 27 años atrás un moribundo rendía a la Inglaterra poderosa, arrancaba la bandera intrusa y enarbolaba la suya,volando después al cielo, junto a su alma, de donde nunca podrá ser arriada.

Los traidores treinta dineros de Judas, después de llevar al sacrificio de la Pasión, trajeron la gloria de la Resurrección.

Ante tanta incoherencia, creo que ha llegado la hora de Malvinas.

A través de todos estos años hemos mantenido a la Guerra de Malvinas con gran humildad y respeto, alejada de la cosa política, preservando su honor en la santidad de los claustros interiores. ¿Qué hemos obtenido en cambio? Sólo ignorancia, ofensa y tristeza, venganza y pobreza, suicidios y enfermedades, limosnas y olvido. Digamos ya: ¡basta!

Pongamos a MALVINAS en su justo lugar.

Basta de mentiras y de calumnias; basta de menoscabo a las acciones heroicas; basta de ocultar a los Veteranos de Guerra, basta de ruegos, de lamentos, de humillaciones. Malvinas es el hecho político por excelencia. No de la política de los intereses y poderes. No de la política de la corrupción y del soborno. No de la política de la intolerancia y del apriete. Es el hecho político en la concepción aristotélica: el que solamente busca el bien comun de la polis, de su pueblo.

Malvinas es la Causa Nacional, la que nos debe enorgullecer, la que nos unió, la que enlutó a todos por igual, la que nunca pidió nada habiendo dado tanto. La que debe ser ejemplo para las nuevas generaciones. La que ocupe el lugar que le corresponde en la Historia. La que espere, arrogante, el reconocimiento de ése, su pueblo, por el cual vivió, vive y vivirá hasta la victoria final, bajo la promesa de paz y de justicia, que constituyen ese bien común tan ansiado.

Malvinas está en lo profundo del alma de los argentinos, marcada con sangre, envuelta en la nostalgia del recuerdo, arrullada por las olas del océano bravío. Sola, con un catre donde soñar por las noches interminables, una mesa donde comer su Pan del Cielo, una silla donde reposar su FAL, las estrellas por techo y la turba fría donde pisar la patria. Protegida por la Cruz de su tumba, esperando, contra toda esperanza, en la soledad sagrada de la gloria.

¡Malvinas, Volveremos!

Sra. María Delicia REARTE de GIACHINO,
Madre de nuestro primer caído en Malvinas
(Palabras pronunciadas en la Plaza San Martín,
provincia de Mendoza, el 2 de abril de 2009)