viernes, 15 de enero de 2010

Ocultamientos


LAS APARIENCIAS
ENGAÑAN


A veces pienso por qué somos cómo somos. Son las ocasiones en las cuales voy rápidamente en busca del Hamlet de Shakespeare, para concluir en el famoso “to be or not to be”.

Pongamos algunos ejemplos de este desconcierto.

¿Por qué, una persona cuyo verdadero nombre es Mauricio Goldfarb lo cambió por el de “Mauro Viale”? ¿Por qué un político candidato a presidente por el Partido Obrero, se hace llamar Jorge Altamira, cuando su verdadero nombre es José Saúl Wermus? A nadie se le ocurrió por ahora, preguntarles a estos dos señores el motivo del “cambio” de identidad.

El particular tema de “Altamira” es que no se trata de un nombre artístico… aunque Mauro Viale tampoco es artista. ¿Que pasaría en el hipotético y fantasioso caso de que Altamira ganara las elecciones y se consagrara presidente de la república?… ¿Cómo juraría, como Altamira o como Jose Saúl Wermus?

La firma de los giros de dinero recibidos del Estado al Partido Obrero, dice: “autoridad responsable, Jorge Altamira”. ¿Esa firma, tiene valor legal? Por otro lado, el “señor Altamira” es un comunista trostkista confeso, ama la Dictadura del Proletariado, habla de la austeridad y de repartir los bienes. Da como ejemplo, la austera vida de Osvaldo Pugliese y de su famosa orquesta, a la cual transformó en una cooperativa.

Pero como todo se sabe en esta vida, parece ser que Altamira suele comer en ciertos restoranes de la Recoleta como “Tono Rojo”, en Eduardo Schiaffino 2183, o “Rigoletto”, de Rodríguez Peña 1291. Lo pueden ubicar durante la semana, generalmente después de las 15:00 hs. en la confitería del hotel “Sheraton Libertador” de Maipú y Córdoba. Se traslada en su 4x4 BMW azul marino modelo 2008.

“Mauro Viale” también tiene un origen “proletario”, cuando hablaba de Mao Tse Tung, de la izquierda ideal como la que existía en Israel, allá lejos y hace tiempo, cuando integraba el equipo de la Oral Deportiva “Edmundo Campagnale” de José María Muñoz por Radio Rivadavia, en su calidad de reportero vestuarista. Mauro Viale es quizá el periodista más criticado, odiado e insultado en vivo en la historia de la televisión argentina. Sobrador y prepotente, se ganó el premio “limón” por un parte importante de la sociedad.

Pues bien, “Mauro Viale”, fue una de las víctimas del asalto “boquetero”, al Banco de Crédito Argentino, de Callao y Las Heras, donde de su caja de seguridad le robaron más de un millón y medio de dólares entre dinero, valores al portador y joyas.

Carlos Nelson

2 comentarios:

Fernando José dijo...

En elogio de Wermus, alias "Altamira", quiero destacar su coherencia marxista al imitar como "bon vivant" y exquisito gourmet a su maestro Karl, quién frecuentaba asiduamente los mejores restaurantes de Londres.

Consecuencia de ello era su voluminosa (a lo ancho) figura. Incluso que Wermus asista habitualmente a confiterías es una muestra mas de su inobornable fe marxista: una de los primeros títulos que logró Marx, el científico, fue precisamente el de "Presidente del Club de las Tabernas".

Y si bien Marx no varió su apellido como Wermus, si lo hizo su padre que mandó al desván del olvido a su originario Mordechai.

Tampoco podría criticarse si el castizo apellido Altamira tuviera concomitancias aristocráticas, sabido es que Karl, alias "El Moro" (Por sus facciones y color de piel no europeo), consiguió casarse con una integrante de la nobleza alemana, la hija del Barón von Westphalen.

¡Ánimo Wermus que estás en la buena senda! ¡No te dejes amilanar por las críticas interesadas y síguele dando a la centolla y a la langosta siempre, eso sí, regadas por un buen Mouton Rotschild que no baje del año 1990!

¡Viva la Viuda de Clicquot y Dom Perignon!¡Hasta la Victoria siempre!

Anónimo dijo...

Estos "criollazos" son unos reverendos farsantes e hipocritas. Tal como la otra dupla criolla "Kirchner-Wilheim".