lunes, 15 de diciembre de 2008

Recordatorio


A LOS CRIMINALES
SIN ARREPENTIMIENTOS
Y SIN ENMIENDAS…


…lo justo no es ofrecerles o pedirles el perdón.

Lo justo es castigarlos. Estén donde estuvieren.


El perdón implica la contrición del ofensor.
Al siervo perverso, el rey de la parábola
“El deudor sin entrañas”, le dijo:
“Yo te perdoné a ti toda aquella deuda
porque me lo suplicaste”
(San Mateo, 18, 21-35).

Ni Dios mismo perdona
al que no se arrepiente.
Por eso ha señalado
Santo Tomás en la “Catena Aurea”:
“Quiere enseñarnos Dios que seamos fáciles
en perdonar a los que nos han hecho algún daño,
especialmente si nos dan satisfacciones
y nos suplican que los perdonemos”.

La encomiable disposición a la indulgencia
tiene como límite el deber de que
la maldad no quede impune y arrogante.
De allí lo de San Agustín,
explicando precisamente la prescripción evangélica
de perdonar “setenta veces siete”:
“cuando sea necesario, apliquemos la disciplina,
no sea que abandonándola crezca la malicia
y comencemos a ser acusados por Dios”.

(Sermones sobre los Evangelios Sinópticos, 83, 8)

JUICIO Y CASTIGO A LOS
CRIMINALES MARXISTAS

1 comentario:

OrgulloArgentino dijo...

Un saludo compatriotas
arriba argentina!!